Querido Emilio,
Según tus comentarios y juicios sobre la corrida de Dolores Aguirre (Las Ventas 27 de mayo de 2018), los toros de esa ganadería eran unas reses impropias del toreo moderno y bonito. En una palabra : Eran bueyes. Bueyes de otros tiempos que no tenían nada que ver con lo que debe ser un Toro de lidia. Y eran tan malos que ni Joselito El Gallo hubiera podido con ellos, según has dicho. ¡ Ni Gallito !
Me extraña mucho que el niño tan sabio que has sido parezca no tener la más mínima idea de lo que es un buey ni de lo que fue Gallito.
En lo que estaremos de acuerdo es que eran impropios del modernismo. Eso sí, pero eso a mí y algunos otros aficionados no nos molesta. Y no creo que ser impropios del toreo bonito signifique que eran bueyes.
Coincidiremos también en que la corrida ha sido mala, mansa, áspera, peligrosa, dura, y hasta muy descastado el sexto. Pero bueyes…
Vamos a ver lo que es un buey, querido Emilio. Para saber lo que es un buey te aconsejo hacer un pequeño viaje a Castilla y León, a uno de esos templos de la gastronomía : Jiménez de Jamuz, Bodega El Capricho. Ahí sí que crían bueyes, los más famosos del planeta. La mejor carne del mundo según dicen. Chuletones de lujo. La gastronomía y los bueyes que infiltran grasas en su carne también son grandeza.
He oído a José Gordon explicar lo que para él es un buey. Es un animal muy dócil, muy noble, de carácter muy suave, tranquilo, yo añadiría que con mucha clase. Y eso, querido Emilio, es precisamente lo contrario de lo que han sido los toros mansos y ásperos de Dolores Aguirre. Esos toros no infiltraban tranquilamente sus grasas, sino que producían miedo, y más miedo, y violencia y complicaciones.
Pensando en lo que dice Gordon de sus bueyes hasta podríamos concluir que esos animales tan nobles que él cría por la grandeza de la gastronomía están más cercanos por sus cualidades, por su nobleza, por su carácter, al toro que tanto os gusta a vosotros los taurinos.
En fin, nada que ver con esos peligrosos Toros de Dolores Aguirre que por muy malos que fuesen tenían más que ver con un toro de lidia que esas tontas del bote, peras en almíbar que solemos tragarnos temporada tras temporada.
Un abrazo querido Emilio ¡ Y viva los mansos !
Photographie Louise de Zan.
