Joaquín Vidal à propos de Bastonito.
Aux alentours de sept heure et demie du soir jaillit un toro de caste brave, et le lendemain, à l’aube, les aficionados se demandaient encore s’il avait mérité le tour de piste que lui offrirent les mules avec tous les honneurs et sous l’ovation débordante du public debout…
Au toro de caste brave on offrit un tour de piste au milieu des acclamations. Très bien, mais fut-il brave en réalité ? Naturellement, on ne pourra jamais le savoir, puisqu’il est bien mort et probablement déjà mangé en daube.
… Mais le doute persiste et c’est ce dont débattaient chaudement les aficionados de bon matin, sans parvenir à aucun accord. Parceque la bravoure du toro se mesure au tercio de piques et que celui-ci s’acheva incomplet. Le picador ferme la sortie du toro à la première pique ; la seconde consista en un léger coup de bec et la troisième n’exista même pas, puisque le Président s’empressa de changer le tercio, laissant planer le mystère du toro et de sa bravoure.
Salió un toro de casta brava a eso de las siete y media de la tarde, y eran las tantas de la madrugada cuando aún discutía la afición si mereció la vuelta al ruedo que le dieron las mulillas con todos los honores, bajo una cerrada ovación del público puesto en pie…
… Ahora bien, ¿fue bravo en realidad? Nunca se podrá saber, desde luego, pues ya está muerto y seguramente comido en estofado. Pero la duda permanece y eso es lo que discutían acaloradamente los aficionados aún de madrugada, sin llegar a ningún acuerdo. Porque la bravura del toro se mide en el tercio de varas, y este se cerró incompleto. El picador tapó la salida del toro en el primer puyazo; el segundo consistió en una picotazo leve y el tercero ni existi ó, ya que el presidente se apresuró a cambiar el tercio, dejando en el aire la incógnita del toro y su bravura.
Joaquín Vidal – El País 08/06/1994
